Jorge estudia Interpretación de Música Moderna en la Universidad Alfonso X el Sabio, en Madrid, puesto que su carrera no está en ninguna universidad pública. Jorge tiene retinosis pigmentaria, una enfermedad degenerativa que reduce progresivamente el campo visual y desemboca en una ceguera total.

Las personas ciegas o con baja visión tienen muy buen oído. Sin embargo, para ellos estudiar una carrera musical supone un reto, entre otras cosas porque no pueden leer partituras mientras tocan.

El primer sencillo de este joven y prometedor artista de Lanzarote, El Mar, ya está disponible en las plataformas digitales.

Cristina es una chica sorda que se prepara en la Universidad de Granada para ejercer como psicóloga. Necesita intérprete en todas sus clases, pero su discapacidad no le impide una participación activa en las mismas.

La intérprete Ana María Díaz, que aparece con Cristina en la foto de fondo, ha interpretado su entrevista y solía interpretar sus clases.

Los tiempos de pandemia son aún más complicados para las personas sordas. La lectura de labios es una parte de la lengua de signos. “El punto central para escuchar a alguien en lengua de signos está justo debajo de la nariz, y te acostumbras a recibir información de la cara, expresiones faciales, corporales y, por supuesto, de las manos y sus configuraciones”, cuenta Cristina off the record.

Samuel está cursando su último año de Periodismo en la Universidad de Murcia. En 2017, justo antes de comenzar la carrera, participó en el ya mencionado Campus Inclusivo interuniversitario organizado por la Universidad de Granada y la de Almería. Samuel no tiene ninguna discapacidad, pero la experiencia le sirvió para comprender cómo viven los estudiantes discapacitados.

Por otra parte, María es una joven con parálisis cerebral graduada en Educación Social por la Universidad de Granada. Ha participado en los Campus cinco años: uno como campusera y cuatro como monitora.

Luisa Luzardo es profesora en la Escuela Universitaria de Turismo de Lanzarote (EUTL). Además, desde el curso 2014-2015 es la tutora de apoyo a la discapacidad en este centro, adscrito a la Universidad de las Palmas de Gran Canaria (ULPGC). A Luisa le nombraron tutora de apoyo a la discapacidad porque vive la realidad de estos estudiantes más de cerca que nadie: su hijo es Jorge Cabrera, el primer protagonista de este reportaje.

A lo largo de todos los años que Luisa lleva trabajando en la EUTL, solo ha habido dos alumnos con discapacidad: uno con movilidad reducida y discapacidad visual y otro solo con movilidad reducida.

“Me ayuda mucho a conectar con todo tipo de discapacidades, porque ya no es solo la que yo conozco en mi casa, sino que puedo conocer las experiencias de otros alumnos con discapacidad”

Al ser la EUTL un centro tan pequeño —y, además, estar adscrito a una universidad mayor—, las funciones de Luisa no son muchas: si se matricula un estudiante con discapacidad, ella ha de ponerse en contacto con el Servicio de Acción Social de la ULPGC. Este servicio le envía un listado con las adaptaciones que la Escuela de Turismo tiene que implementar. Una vez recibido el listado, Luisa comunica a los profesores estas adaptaciones y realiza un seguimiento de las mismas.

Luisa asegura que la Escuela de Turismo está adaptada, pero reconoce que se adaptó a raíz de tener al primer alumno con discapacidad: en ese momento se adaptaron los baños, se pusieron rampas de acceso al aulario y se le consiguió un programa para ampliarle los apuntes y que así pudiera verlos bien.

El apasionante camino que recorren la mayoría de los estudiantes para obtener un título universitario comienza con la EBAU, la famosa selectividad. Los estudiantes con discapacidad o necesidades educativas especiales pueden necesitar una serie de adaptaciones para realizar esta prueba. El orientador u orientadora del instituto presenta un informe que justifica las adaptaciones que necesita cada alumno. Después, el servicio de Asuntos Sociales —en el caso de la Universidad de Valladolid— valora cómo se pueden implementar estas medidas, llamadas ajustes razonables. Estos ajustes van desde tener más tiempo para realizar el examen hasta medidas alternativas para realizar el examen escrito, como puede ser un examen oral o un examen registrado por dictado de voz.

La EBAU de 2020 planteó un reto en las adaptaciones de los alumnos con discapacidad auditiva: además de que no se permite el uso de emisoras de frecuencia modulada durante el examen, ese año tampoco pudieron leer los labios porque todo el mundo llevaba mascarilla. Como solución, a estos alumnos se les proporcionaron todas las instrucciones por escrito.

El servicio de Asuntos Sociales de la Universidad de Valladolid se creó en 1986. Rafael de la Puente, técnico del Secretariado de Asuntos Sociales, lleva trabajando en este servicio desde 1997. En todos estos años, Rafael ha visto una evolución en materia de accesibilidad en la Universidad de Valladolid. La UVa cuenta actualmente con una unidad de arquitectura que vela por la accesibilidad de los edificios, y con la llamada Unidad Responsable de Accesibilidad, que se encarga de que los espacios web y las aplicaciones informáticas de la Universidad sean accesibles.

Cuando un alumno con discapacidad o necesidades educativas especiales por fin llega a la UVa, el Secretariado de Asuntos Sociales elabora, en colaboración con el alumno, un informe con todas las adaptaciones que necesita, que deben estar justificadas por informes médicos, psicológicos o logopédicos. Este informe se envía a todos los profesores que dan clase al alumno con necesidades educativas especiales. Las adaptaciones reflejadas son similares o iguales a las aplicadas a la EVAU: tiempo extra para realizar los exámenes, uso de un ordenador, apuntes en braille, apuntes adaptados a los programas informáticos de lectura de pantalla, emisoras de frecuencia modulada o mascarillas transparentes para que los alumnos con discapacidad auditiva puedan leer los labios.

En el ámbito de la discapacidad, el servicio de Asuntos Sociales tiene dos objetivos:

1. Favorecer la autonomía de la persona con discapacidad en la Universidad. El objetivo es que el alumno con discapacidad sea uno más. Esto se consigue realizando los ajustes razonables anteriormente mencionados. Así, los estudiantes con discapacidad están en las mismas condiciones que los demás, con las mismas exigencias académicas.
2. Fomentar la sensibilización de la comunidad universitaria hacia la realidad de las personas con discapacidad. El Secretariado de Asuntos Sociales organiza jornadas cuyo objetivo no es solo la sensibilización hacia la discapacidad, sino que los alumnos sin discapacidad sepan lo que pueden aportar en su futuro empleo para mejorar la calidad de vida de las personas con discapacidad.

"Cada persona con discapacidad cada día puede sufrir una pequeña microdiscriminación. Cada día muchos micros hacen un macro"

En la UVa hay más de 200 estudiantes con certificado de discapacidad, a los que hay que sumar un grupo de alumnos que, aunque no poseen dicho certificado, sí que tienen limitaciones educativas.

Estudio realizado por la Fundación Universia sobre los estudiantes con discapacidad que se encontraban cursando el máster/postgrado en las diferentes universidades españolas. El estudio abarca tanto las universidades públicas como las privadas, y busca diferenciar los distintos tipos de discapacidades que sufren los alumnos.

Marina es graduada en Traducción e Interpretación por la Universidad de Alicante. Un accidente que sufrió de pequeña la dejó en silla de ruedas, pero su situación nunca le ha impedido vivir la vida al máximo. Le apasionan los idiomas y viajar, y cuando lleguen tiempos mejores, volverá a hacerlo con el doble de ganas.

La pandemia le ha impedido a Marina una inserción laboral temprana, a pesar de que después de la carrera realizó un grado superior. Por eso, ahora mismo se encuentra haciendo un máster.

Al igual que Raúl, Marina ya tiene un hueco en el mundo literario. En 2018 publicó su primer libro de poemas, Pretérito imperfecto.