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Los Parques de Estudio y Reflexión Testimonio de Fernando Alberto García acerca de lo que significa un Parque de Estudio y Reflexión

En ocasión de la celebración de los primeros diez años del Parque de Estudio y Reflexión Joquicingo (México), el 12 de diciembre de 2021.

Los Parques de Estudio y Reflexión no son construcciones sólo físicas.

Las construcciones físicas sirven para albergar o cobijar otras construcciones que no se perciben con los ojos.

¿Qué construcciones son estas?

Es la construcción de mejores seres humanos.

Es la construcción de mejores relaciones entre los seres humanos.

Es la construcción de ese mundo mejor al que aspiramos, un mundo constituido por mejores seres humanos.

Los Parques están concebidos como modelos a escala, o bien maquetas, para la construcción de la nación humana universal.

En ellos se pone en práctica la convergencia de la diversidad, que es el paradigma del nuevo mundo al que aspiramos.

Por lo pronto, en los Parques convergen los tres pilares de la obra de Silo: la Escuela, El Mensaje de Silo, y el Movimiento Humanista.

Son estas las tres formas de trabajar por la humanización de la tierra desde una nueva sensibilidad, desde una nueva espiritualidad cuyo mayor principio es la regla de oro que dice: “Trata a los demás como quieres que te traten”.

En los Parques se encuentran, intercambian y trabajan en conjunto quienes adhieren a esos tres distintos pilares de la obra de Silo.

Así se practica y refuerza la convergencia de su diversidad en pos de una aspiración en común.

Se trata pues de tres diversidades convergentes, interrelacionadas y no aisladas, centrípetas y no centrífugas.

Los Parques que encarnen la convergencia de la diversidad serán el modelo a escala y la simiente de una nación humana universal, esa que constituirá la primera civilización planetaria de la historia del ser humano.

¿Y cuál será la aspiración que guíe nuestra construcción conjunta? Para expresarla de algún modo, no estará de más repasar las palabras de Silo que dicen:

“En primer lugar, propicia la ubicación del ser humano como valor y preocupación central, de tal modo que nada esté por encima del ser humano, ni que un ser humano esté por encima de otro.

“En segundo lugar, afirma la igualdad de todas las personas y trabaja por la superación de la simple formalidad de iguales derechos ante la ley avanzando hacia un mundo de iguales oportunidades para todos.

“En tercer lugar, reconoce la diversidad personal y cultural afirmando las características propias de cada pueblo y condenando toda discriminación que se realice en razón de las diferencias económicas, raciales, étnicas y culturales."

“En cuarto lugar, auspicia toda tendencia al desarrollo del conocimiento por encima de las limitaciones impuestas al pensamiento por prejuicios aceptados como verdades absolutas o inmutables.

“En quinto lugar, afirma la libertad de ideas y creencias y, en sexto lugar, repudia no solamente las formas de la violencia física, sino todas las otras formas de violencia económica, racial, sexual, religiosa, moral y psicológica, como casos cotidianos arraigados en todas las regiones del mundo.

“Esos seis puntos del Humanismo constituyen para nosotros, mensajeros de un nuevo espíritu, la base de nuestra doctrina social y de nuestro compromiso de acción en el mundo.”

Coherentemente con tal aspiración, no serán Parques para alejarse o aislarse del mundo, sino para inspirarse, para recuperar la fe en nosotros mismos, en los demás y en la posibilidad de cambio.

Y desde esa fe y esa inspiración actuar en el mundo para mejorarlo con una renovada energía.

No serán Parques que simplemente sumen muchas soledades encerradas en sus burbujas de individualismo, como quizá sucede con algunos lugares de espectáculos o supermercados.

Serán lugares para hacer algo bueno en conjunto con otros y por otros.

No serán Parques para el beneficio de algunos pocos, sino para beneficio de muchos y de todos.

No serán Parques en contra de nadie, sino a favor de todos, de ese “Nosotros” con mayúscula.

Y todo lo dicho no será solamente para quienes lleguen y participen en los Parques, sino también para todos a quienes llegue su benéfica influencia mediante múltiples actividades más allá de sus límites físicos.

Como los Parques son un proyecto de futuro, en ellos el “de dónde venimos” será mucho menos importante que el “a dónde vamos”.

Por cierto, a esos Parques llegarán personas que, como no podría ser de otra manera, aportarán con su multiplicidad, con su diversidad.

Y estas constituirán conjuntos heterogéneos en los que existirán diferencias de todo tipo entre sus participantes. Pero este será el punto de partida,

y no se pretenderá anular o uniformar tales diferencias, ya que las diferencias no serán consideradas ni tratadas como una molestia a soportar o un obstáculo insuperable,

sino como una riqueza de posibilidades para combinar, unir y aportar al objetivo conjunto.

Serán entonces como una paleta de colores para crear esta gran obra común.

Y cada tono y color, con su especial diversidad, contribuirá a crear un nuevo paisaje humano.

Por añadidura, participar en esta gran obra común, también nos hará mejores personas a cada uno de nosotros.

Dicho en otras palabras, los Parques ponen el ámbito propicio para reconciliar las diferencias y dar cohesión a lo diverso en función de un interés mayor.

Algunos advertimos que nuestra capacidad para reconciliarnos con las diferencias de otros tiene mucho que ver con nuestra capacidad de reconciliarnos con nuestros propios temas.Y también viceversa.

De manera que la diversidad dentro de un Parque ofrece un muy buen punto de apoyo o “taller” práctico, si se quiere, para trabajar sobre la reconciliación, tanto en nuestro “paisaje interno” como en el “paisaje humano”.

Y este trabajo “en caliente” no puede ser reemplazado por artilugios mentales... como que no se es un buen deportista por el solo hecho de opinar o mirar videos del deporte.

Ya más en general, la crisis actual del mundo –que es global y sistémica, que es tanto social como psíquica- denota también una ausencia de reconciliación entre diversidades disonantes y sin cohesión que no convergen hacia un bien común, sino que divergen y colisionan entre sí.

Esta crisis no podrá ser superada por el hecho de que algunos se apropien del todo en disputa, o que triunfen a expensas de otros.

Esta táctica miope y primitiva pertenece a la prehistoria de la humanidad.

Según el futuro al que aspiramos, la crisis actual sólo podrá ser superada gracias a que los problemas conjuntos sean acometidos y resueltos en conjunto.

Esto no surge espontáneamente, gracias a declaraciones y formalidades, sino que debe ser intencionado, practicado, aprendido y desarrollado.

Pero volvamos de esta que pareciera haber sido una digresión.

Todo Parque, en el que se encarne y vaya logrando la convergencia de la diversidad, será una demostración, un incentivo y un ejemplo para los otros Parques del mundo, gracias al hecho de que estamos conectados en red.

Como bien se puede advertir, todo esto no está ya realizado desde el primer momento en que se construye un Parque físicamente.

Es decir, no es el Parque físico –con su cemento y sus ladrillos— el que mágicamente produce beneficios en sus participantes.

Los participantes no podrían exigir “recibir” del Parque tales beneficios, como si se tratara de un producto comercial ya terminado y pronto para el consumo.

El Parque es un Intento, es una obra en construcción y, como tal, su logro dependerá del aporte conjunto.

Tales beneficios serán el resultado proporcional de las intenciones o aspiraciones con las que aportemos y participemos activamente, “dando” desinteresadamente.

Si tú te alejas indignado de tu Parque porque no responde ya mismo a tus particulares exigencias, no has entendido de qué se trata.

Dicho brevemente y en otros términos: del Parque y de nuestra participación en él obtendremos según lo que profundamente creamos y sintamos que estamos haciendo en él y por él.

El Parque será para ti y te dará según el significado que des al Parque y a tu participación.

Es decir, aquello que creemos y sentimos con respecto al Parque, es un Pedido interno, y todo Pedido indefectiblemente tiene una correspondiente respuesta.

Tu experiencia del Parque será según tu Pedido.

Esto también funciona según uno de nuestros Aforismos: "Los pensamientos repetidos con fe, producen y atraen el máximo de fuerza en las acciones".

Si la respuesta a tu repetido Pedido te trajera Paz, Fuerza y Alegría, tu pedido es bueno y puedes reforzarlo. Si así no fuera, podrías reformularlo hasta que tu corazón afirme: «¡Quiero la realidad que construyo!».

Entonces, como los Pedidos tienen respuesta, tanto mejor será si nuestro Pedido es consciente y meditado, y surge desde lo mejor de nosotros.

Tanto mejor si se Pide del mismo modo en que se hace para realizar una acción válida, en la que la actitud, la dirección y el camino, son tan o más importantes que un particular resultado deseado... resultados que, a menudo, no están sólo en nuestras manos.

Y también —¿por qué no? — pedir para poder realizar esa laboriosa acción válida día a día, desde nuestra mejor sabiduría, bondad y fuerza interna.

Bien. Les he comentado cuáles son las aspiraciones e intenciones con las que participo en mi Parque.

Obviamente que no intento agotar —ni podría— todo lo que podría decirse acerca de nuestros Parques. Hay muchas maneras de verlos, y sólo he elegido una de ellas.

Mi intención es la de dar testimonio de mi propia actitud, mi aspiración y mi experiencia con respecto a mi Parque, y que también es una expresión de deseos con respecto a todos los Parques.

Para quienes así lo deseen, ojalá que esta presentación pudiera también resultar un estímulo y un aporte para la reflexión personal o conjunta sobre el tema.

Para todos: ¡Paz, ¡Fuerza, y Alegría!

Fernando A. García, 12 de diciembre de 2021.