Los rusos aún pueden conquistar Ucrania. Pero los ucranianos han demostrado en los últimos días que no les dejarán sostenerlo. En efecto, puede que gane todas las batallas, pero aún así habrá perdido la guerra.
Lun 28 Feb 2022 06.00 GMT
A menos de una semana de la guerra, parece cada vez más probable que Vladimir Putin se dirija hacia una derrota histórica. Puede que gane todas las batallas, pero aún así pierda la guerra. El sueño de Putin de reconstruir el imperio ruso siempre se ha basado en la mentira de que Ucrania no es una nación real, que los ucranianos no son un pueblo real y que los habitantes de Kiev, Kharkiv y Lviv anhelan el gobierno de Moscú. Esa es una mentira completa: Ucrania es una nación con más de mil años de historia, y Kiev ya era una metrópolis importante cuando Moscú ni siquiera era un villorrio. Pero el déspota ruso ha dicho su mentira tantas veces que aparentemente se las cree él mismo.
Al planificar su invasión de Ucrania, Putin podía contar con muchos hechos conocidos. Sabía que militarmente Rusia empequeñece a Ucrania. Sabía que la OTAN podría enviar tropas para ayudar a Ucrania. Sabía que la dependencia europea del petróleo y el gas rusos haría que países como Alemania dudaran en imponer sanciones severas. Sobre la base de estos hechos conocidos, su plan era golpear a Ucrania fuerte y rápidamente, decapitar a su gobierno, establecer un régimen títere en Kiev y eliminar las sanciones occidentales.
Pero había una gran incógnita sobre este plan. Como aprendieron los estadounidenses en Irak y los soviéticos en Afganistán, es mucho más fácil conquistar un país que mantenerlo. Putin sabía que tenía el poder de conquistar Ucrania. Pero, ¿aceptaría el pueblo ucraniano al régimen títere de Moscú? Putin apostó a que lo harían. Después de todo, como explicó repetidamente a cualquiera que esté dispuesto a escuchar, Ucrania no es una nación real, y los ucranianos no son un pueblo real. En 2014, la gente en Crimea apenas resistió a los invasores rusos. ¿Por qué 2022 debería ser diferente?
Con cada día que pasa, cada vez está más claro que la apuesta de Putin está fallando. El pueblo ucraniano está resistiendo con todo su corazón, ganando la admiración del mundo entero y ganando la guerra. Quedan muchos días oscuros por delante. Los rusos todavía pueden conquistar toda Ucrania. Pero para ganar la guerra, los rusos tendrían que mantener a Ucrania, y solo pueden hacerlo si el pueblo ucraniano se lo permite. Cada parece más improbable que esto suceda.
Cada tanque ruso destruido y cada soldado ruso muerto aumenta el coraje de los ucranianos para resistir. Y cada ucraniano asesinado profundiza el odio de los ucranianos hacia los invasores. El odio es la más fea de las emociones. Pero para las naciones oprimidas, el odio es un tesoro escondido.
Enterrado en lo profundo del corazón, el amor por su hogar y el odio contra Putin y sus soldados ignorantes puede sostener la resistencia durante generaciones. Para restablecer el imperio ruso, Putin necesita una victoria relativamente incruenta que conduzca a una ocupación relativamente negociada. Al derramar cada vez más sangre ucraniana, Putin se está asegurando de que su sueño nunca se haga realidad. No será el nombre de Mijaíl Gorbachov el que quede gloriosamente escrito en el certificado de defunción del imperio ruso: será el de Putin.
Gorbachov dejó a los rusos y ucranianos sintiéndose como hermanos; Putin los ha convertido en enemigos y se ha asegurado de que la nación ucraniana se defina en adelante en oposición a Rusia.
Las naciones se basan en última instancia en historias. Cada día que pasa añade más historias que los ucranianos contarán no solo en los días oscuros que se avecinan, sino en las décadas y generaciones venideras. El presidente que se negó a huir de la capital, diciéndole a los Estados Unidos que necesita municiones, no un paseo; los soldados de Snake Island que le dijeron a un buque de guerra ruso que "se fuera a la mierda"; los civiles que intentaron detener los tanques rusos sentándose en su camino. Esta es la materia a partir de la que se construyen las naciones. A largo plazo, estas historias cuentan más que muchos tanques, misiles, aviones y barcos.
El déspota ruso debería saber esto tan bien como cualquiera. De niño, creció con una dieta de historias sobre atrocidades alemanas y valentía rusa en el asedio de Leningrado. Ahora está produciendo historias similares, pero se está eligiendo el papel de Hitler.
Las historias de valentía ucraniana dan determinación no solo a los ucranianos, sino al mundo entero. Dan valor a los gobiernos de las naciones europeas, a la administración estadounidense e incluso a los ciudadanos oprimidos de Rusia. Si los ucranianos se atreven a detener un tanque con sus propias manos, el gobierno alemán y un número creciente de naciones tipo 1 puede atreverse a suministrarles algunos misiles antitanque y baterías antiaéreas, el gobierno de los Estados Unidos puede atreverse a aislar a Rusia de Swift y darle al fin un buen uso a sus drones y los ciudadanos rusos pueden atreverse a demostrar su oposición a esta guerra sin sentido.
Todos podemos inspirarnos a atrevernos a hacer algo, ya sea hacer una donación, dar la bienvenida a los refugiados o ayudar con la lucha en primera línea. La guerra en Ucrania dará forma al futuro del mundo entero. Si se permite que la tiranía y la agresión ganen, todos sufriremos las consecuencias. No tiene sentido seguir siendo solo observadores. Es hora de ponerse de pie y empezar a vencer el terrorismo de las amenazas y sus acciones imperialistas.
Desafortunadamente, es probable que esta guerra sea duradera. Tomando diferentes formas, bien puede continuar durante años. Pero el asunto más importante ya se ha decidido. Los últimos días han demostrado al mundo entero que Ucrania es una nación muy real, que los ucranianos son un pueblo muy real y que definitivamente no quieren vivir bajo un nuevo imperio ruso. La pregunta principal que queda abierta es cuánto tiempo tardará este mensaje en penetrar en los gruesos y viejos muros del Kremlin.
Yuval Noah Harari es historiador y autor de Sapiens: A Brief History of Humankind
Publicación original extraída desde The Guardian, Gran Bretaña, el día 28 de Febrero de 2022.
Credits:
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