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Las Américas hacia la Eliminación de la Rabia

La rabia, una enfermedad prevenible que sigue cobrando vidas

La rabia es una enfermedad tan antigua como conocida. A pesar de que se puede prevenir con la vacunación canina, sigue cobrándose vidas humanas.

El perro es el principal transmisor de la rabia hacia los humanos y muchas poblaciones todavía están en riesgo de contraerla debido a la existencia de caninos que no han sido vacunados o que viven en las calles.

Desde hace más de tres décadas, los países de las Américas han hecho grandes esfuerzos para eliminar la rabia humana transmitida por perros, logrando bajar las muertes por rabia humana de 224 en 1992 a 19 en 2017.

Vacunar a perros y gatos: la medida más efectiva

Aunque en varios países de la Región son pocos los casos registrados de rabia, detener su transmisión sigue siendo un desafío en Bolivia, Guatemala, Haití y República Dominicana.

Las campañas de vacunación masiva a perros y gatos es la estrategia más costo-efectiva y con mejores resultados para eliminar la rabia.

En la región de las Américas se vacuna a aproximadamente 100 millones de perros cada año. Solo en Guatemala, se administraron más de dos millones de dosis antirrábicas durante una campaña nacional de vacunación que se extendió por dos semanas en 2017.

Un desafío de organización y logística

Las campañas de vacunación canina implican un gran esfuerzo para los ministerios de Salud de las Américas. Su realización requiere de una organización y logística que asegure la llegada de la vacuna en óptimas condiciones, así como su administración adecuada, especialmente en las comunidades rurales, indígenas y más alejadas.

La Organización Panamericana de la Salud (OPS) brinda apoyo a los países para capacitar al personal en nuevas técnicas de vacunación, en la adquisición de insumos y equipamiento, y en el desplazamiento de los equipos técnicos para asegurar el éxito de cada actividad.

Alianzas para llegar a la meta

Para avanzar hacia la eliminación de la rabia en las Américas, los países deben vacunar a entre el 80% y el 100% de los caninos cada año.

En Guatemala, la campaña de vacunación antirrábica logró aumentar las coberturas de vacunación, que pasaron del 10% de los perros al 80%.

Para lograrlo, el Ministerio de Salud conformó alianzas y equipos multidisciplinarios con instituciones públicas y privadas, y técnicos en salud y de salud veterinaria fueron capacitados por la OPS.

Nuevas técnicas de vacunación

Durante las capacitaciones previas a las jornadas de vacunación en Guatemala, los trabajadores de salud y de salud veterinaria pudieron conocer nuevas técnicas de vacunación que son recomendadas por la OMS para evitar lesiones en los animales y en los vacunadores.

La OPS recomienda y brinda apoyo a los países para la aplicación de la vacuna por la vía subcutánea, en lugar de instramuscular, un proceso menos doloroso para los animales.

Llegar a los más alejados

Es un lunes gris en la aldea Tuixcox, del departamento de Huehuetenango, en Guatemala. Los trabajadores de salud madrugaron para llegar a esta comunidad de etnia maya aguacateca e instalar un puesto de vacunación antirrábica, uno de los muchos que el Ministerio de Salud del país movilizó a las comunidades indígenas, rurales y más desfavorecidas.

Hacia las 10 de la mañana, la jornada muestra resultados alentadores: ya se han vacunado más de 200 perros. Los organizadores esperan que el número se triplique en lo que queda del día, teniendo en cuenta los datos del censo sobre perros y gatos realizado en la aldea. Todos deben ser vacunados para protegerlos de la rabia y evitar que la transmitan a los habitantes del lugar.

Vacunación de casa en casa

Durante las jornadas de vacunación antirrábica, un equipo de trabajadores de salud recorre las viviendas en busca de perros y gatos que no fueron vacunados en los centros de vacunación. De esa manera, el sistema de salud pública logra cubrir el total de los perros en una comunidad y así protegerlos de la rabia.

Tenencia responsable de mascotas

En algunas zonas de Guatemala, existen grandes poblaciones de perros sin dueño que viven en las calles, algo que se ha convertido en un desafío para las autoridades de Salud.

En las comunidades indígenas y rurales muchos perros circulan por las calles durante el día, pero la mayoría tienen dueño. Éste se encarga de llevar al centro de vacunación a su mascota, la cual sale vacunada y con una marca de pintura en la cabeza para identificar que ha sido inmunizado.

La tenencia responsable de mascotas es una de las medidas que junto a la vacunación han logrado avances para la eliminación de la enfermedad en las Américas.

Pocos recursos, mucho amor

En las poblaciones rurales de Guatemala, los perros son un miembro más de la familia. Algunas llegan a tener hasta cinco mascotas, pero los recursos económicos para vacunarlos en forma privada contra la rabia no son tan abundantes. Por esta razón, las campañas de vacunación antirrábicas públicas son la única forma que encuentran muchas familias para vacunar a sus animales.

Ante la duda es mejor vacunar

La rabia es una enfermedad mortal para el animal y los humanos, una vez se presentan los síntomas, pero 100% prevenible mediante la vacunación. Las personas que han sido mordidas por un perro del que se sospecha que padece rabia deben recibir la profilaxis tras la exposición para prevenir cualquier transmisión de la enfermedad.

En las Américas, un millón de personas que han sido expuestas al riesgo de rabia reciben cada año la profilaxis, la cual es entregada de forma gratuita por los servicios de salud.

La rabia transmitida por perros es una enfermedad endémica en Guatemala. Entre 2002 y 2017 se registraron 15 defunciones en humanos debido a la rabia transmitida por el perro. Desde febrero de 2017 a septiembre de 2018 en el país no se han registrado muertes por esta causa.

Los niños son los más vulnerables

Los hermanos Díaz viven en el pequeño pueblo de Malacatancito, en el occidente de Guatemala. Durante el receso escolar, llevan a sus mascotas a vacunar a un puesto de vacunación instalado temporalmente en su barrio.

Su participación activa los convierte también en protagonistas de las jornadas de vacunación. Saben que si su perro contrae rabia, tanto él como ellos están en riesgo. Globalmente, los niños menores de 15 años representan el 40% de las personas mordidas por un animal del que se sospecha que padece rabia.

Para 2022, los países de las Américas buscan eliminar la rabia transmitida por el perro, una meta que salvará la vida a miles de animales y personas en la región.

Credits:

OPS/OMS

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