La Iglesia nos ofrece, una vez más, un tiempo de desierto, un tiempo de cuestionamiento a la luz del Evangelio, un tiempo de renovación de nuestro compromiso bautismal.
La Fundación Educativa Francisco Coll en sus centros se inscribe en esta dinámica de conversión que nos regala la Iglesia. Así, el miércoles 2 de marzo estuvo marcado por diversas celebraciones de la imposición de los centros.
Compartimos algunas de ellas con la alegría de poder vivirlas juntos en Comunidad FEFC.
Un año más nos adentramos en la Cuaresma con la Celebración de la Ceniza; un gesto para reflexionar sobre nuestros errores, voluntarios o involuntarios, y experimentar, una vez más, la gozosa misericordia de Dios Padre que no nos abandona en los momentos de dolor y nos acompaña en la dificultad.
El alumnado de Infantil y Primaria se ha acercado por ciclos a la capilla portando cada niño el papelito preparado cuidadosamente los días previos. En el mimo llevaba escrito o dibujado, según la edad, una acción incorrecta que había realizado y que desea que Jesús le ayude a no volver a cometer.
En la capilla han escuchado una adaptación de Lc 7, 36-50, experimentando el gozo del perdón al igual que la pecadora que unge los pies a Jesús en casa de Simón. Luego, al acercarse a recibir la ceniza, cada uno de ellos ha roto ante Jesús el papelito con aquella mala acción que no quiere volver a cometer.
Para la celebración de Secundaria y Bachiller hemos contado con la inestimable presencia del Padre Juan Luis, capellán del centro, que celebra para nuestros alumnos la eucaristía semanal. Los mayores también llevaban preparados sus papelitos con aquellos rasgos de su manera de ser que desean enderezar. Algunos llevaban buenas listas, signo inequívoco del deseo de nuestros adolescentes de convertirse en personas de bien. Han escuchado el evangelio del día, Mt 6,1-6.16-18, y la reflexión del Padre Juan Luis antes de acercarse a destruir su papelito y serles impuesta la ceniza.
Arantxa Sanz
Siendo fieles al mensaje de Jesús de Nazaret, al deseo del Padre Coll y al trabajo que durante tantos años han hecho y siguen haciendo las hermanas, hemos realizado un año más NUESTRAS CELEBRACIONES DE CUARESMA con alumnos y profesores, en el colegio de León.
Sabemos que celebrar la Fe y anunciar el Evangelio son nuestras principales tareas como educadores de La Anunciata y, este año, hemos tenido la suerte de tener entre nosotros a la Hna. Josiane Babang, responsable de pastoral de la FEFC, que con su presencia ha animado la vivencia y el sentido de nuestras celebraciones.
Hemos partido de esa convicción profunda que nos permite ver y sentir a Dios como un apasionado del ser humano, como ese Padre Bueno que se nos manifiesta y que nos llama al encuentro personal y comunitario. Y nos hemos comprometido con Él a ser mejores personas compartiendo lo que somos con los demás, a buscarle en el silencio, y a apostar por el amor y la bondad en este mundo que, a veces, languidece entre pandemias y guerras.
A todos los que formamos la comunidad educativa y a todos los miembros de la Iglesia, Él nos llama a vivir la fe, a aumentar nuestra capacidad de admiración y sensibilidad y a comprometernos con la realidad en la que vivimos. Nos llama a pedir perdón cuando nos equivocamos y a seguir caminando, buscando nuestra mejor versión como hijos suyos.
Y así es como hemos vivido el Miércoles de Ceniza y las celebraciones de Cuaresma, donde el equipo de pastoral ha intentado adaptar a cada etapa la vivencia de este tiempo litúrgico.
Caminaremos ilusionados hacia la Pascua y seguiremos trabajando para que las enseñanzas del Padre Coll, el apóstol que nos guía, sean germen para la construcción del Reino de Dios en nuestro colegio de León.
Tomás Lorenzana
Hoy ha comenzado la Cuaresma, y en nuestro colegio, hemos tenido celebraciones en todas las etapas educativas, desde Infantil hasta Bachillerato. Los más chiquitines han visitado la capilla, o como ellos dicen, “la casita de Jesús”, y a partir de Primaria se han llevado a cabo en el Salón de Actos.
Ha sido un momento muy especial, una invitación a crecer como personas, a cuidar más la interioridad y estar menos pendientes de las apariencias, a compartir y a aprender a prescindir de cosas superfluas.
Gracias a la celebración del Miércoles de Ceniza, nuestros alumnos han podido comprender que tenemos por delante un tiempo de cambios, de aprender a mirar con los ojos del corazón, dispuestos a aceptar los retos que nos ayuden a estar más cerca de Dios. Nosotros estamos dispuestos a aceptar este compromiso; y tú, ¿te apuntas?
A partir de hoy vamos a aprender a querer un poquito mejor a los demás (limosna), a querernos a nosotros mismos (ayuno), y a querer a Dios (oración). Somos polvo, y al final, lo único que va a importar es todo el amor que dejemos.
En definitiva, un tiempo para ser mejores y dar amor. Por eso, nos hemos quitado la venda de los ojos, para poder ver mejor a los demás y a Dios, como señal de que estamos dispuestos y comprometidos a cambiar, estando así más atentos al mundo que nos rodea y poder vivir como Jesús nos enseñó.
¡Feliz Miércoles de Ceniza e inicio de Cuaresma!
Maria Elices
«Tengan cuidado de no practicar su justicia delante de los hombres para ser vistos por ellos: de lo contrario, no recibirán ninguna recompensa del Padre que está en el cielo» (Mt 6,1)
No podíamos empezar la CUARESMA, sin dedicarle un tiempo a celebrar en familia la imposición de la ceniza, centrando en este día nuestra oración en las víctimas del conflicto armado que se está produciendo en nuestro continente.
Samuel Nicieza
El miércoles, 2 de marzo, celebramos la imposición de la Ceniza y el inicio de la Cuaresma en el colegio Dulce Nombre de Jesús de Oviedo.
En la oración de la mañana les recordamos a los alumnos que la cuaresma son 40 días que la Iglesia marca para la conversión del corazón, que es un tiempo de oración, penitencia y ayuno.
Las celebraciones tuvieron lugar en la Capilla del colegio a la que asistieron, en diferentes momentos, todos los alumnos (desde Infantil hasta 2º Bachillerato).
