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Un guía que utiliza una balsa hecha con cámaras de aire transporta personas a través del río Suchiate desde Guatemala hasta Méjico, cerca de Ciudad Hidalgo. Los/as migrantes, muchos/as de ellos/as huyendo de la violencia, cruzan rutinariamente la frontera hacia Méjico aquí, con la esperanza de eventualmente llegar a los Estados Unidos. Entre las ciudades estadounidenses más cercanas a este punto de cruce se encuentra Brownsville, Tejas a unas 1.100 millas al norte. Quienes se dirijan al oeste hacia San Diego viajarán más del doble de esa distancia.

A medida que un número récord de migrantes continúa cruzando la frontera sur de Méjico, la Iglesia Metodista de Méjico está buscando nuevas formas de acompañar en ministerio a las familias inmigrantes en movimiento.

Un equipo de Noticias MU acompañó en abril de 2022, a líderes de la iglesia mexicana y socios/as de La Iglesia Metodista Unida (IMU) en visitas a migrantes, otras comunidades religiosas y líderes caritativos y cívicos en el sur de Méjico mientras buscaban formas de ayudar.

El equipo se abrió camino hacia el norte desde Tapachula, cerca de la frontera sur de Méjico donde no hay iglesias metodistas, a través de Puebla y Apaxco, al norte de la Ciudad de Méjico, áreas con ministerios de iglesias metodistas establecidos desde hace mucho tiempo.

La gente vadea o monta en balsas hechas de cámaras de aire a través del río Suchiate, que forma parte de la frontera entre Guatemala y Méjico, cerca de Ciudad Hidalgo, Méjico. El concurrido cruce informal es utilizado tanto por migrantes como por personas que transportan carga comercial en ambas direcciones. Un viaje en una de las balsas con cámara de aire suele costar entre 10 y 20 quetzales guatemaltecos, aproximadamente entre 1,25 y 2,50 dólares estadounidenses.
Un niño usa una balsa hecha de cámaras de aire rematadas con tablones de madera para transportar mercancía a través del río Suchiate desde Méjico hasta Guatemala cerca de Ciudad Tecún Umán.
Comerciantes usan una balsa hecha con cámaras de aire para transportar mercancías comerciales a través del río Suchiate desde Méjico hasta Guatemala en Ciudad Tecún Umán.
El Rev. Uzi Castañeda Morales recorre un transitado camino en Ciudad Hidalgo, Méjico, que utilizan los/as migrantes para cruzar el río Suchiate, que es parte de la frontera entre Guatemala y Méjico. Morales, pastor de la Iglesia Metodista El Divino Salvador en Tlaxcala, Méjico, formó parte de una misión de investigación a la frontera sur de Méjico para líderes de la Iglesia Metodista en Méjico y La IMU.
Un niño corre por la cancha de baloncesto en el albergue para migrantes Hospitalidad y Solidaridad en Tapachula, Méjico.
La Obispa Raquel Balbuena Osorio (derecha) de la Iglesia Metodista en Méjico recibe un beso de Zoe, de 14 meses, durante una visita al albergue para migrantes Hospitalidad y Solidaridad en Tapachula, Méjico.
El Rev. Joel Hortiales acuna a Dina, de 11 días, en el albergue para migrantes Hospitalidad y Solidaridad en Tapachula, Méjico. Dina nació cuando su familia se dirigía hacia el norte desde El Salvador. Hortiales, misionero metodista unido que se desempeña como director de ministerios hispanos/latinos y asuntos fronterizos de la Conferencia Anual California-Pacífico, formó parte de un grupo de líderes de la Iglesia Metodista de Méjico y La IMU que viajó al sur y centro de Méjico para obtener más información sobre los ministerios relacionados con la migración allí.
La Revda. Toña Ríos acuna a Dina durante un servicio de bautismo improvisado en el albergue para migrantes Hospitalidad y Solidaridad en Tapachula, Méjico. Dina nació mientras su familia huía de El Salvador. Ríos es pastor de la Iglesia Metodista Unida de Baldwin Park (California). Compartiendo en el servicio están los obispos Felipe Ruiz Aguilar y Raquel Balbuena Osorio de la Iglesia Metodista en Méjico.
La Revda. Toña Ríos le devuelve a Dina a su madre después de que ella y la Obispa Raquel Balbuena Osorio bautizaron a la niña en el albergue para migrantes Hospitalidad y Solidaridad en Tapachula, Méjico. Dina nació mientras su familia huía de El Salvador.
Maybeli una migrante de El Salvador que viaja con su familia, sonríe luego de ser bautizada por la Revda. Toña Ríos en el albergue Hospitalidad y Solidaridad en Tapachula, Méjico.
El Rev. Uzi Castañeda Morales de la Iglesia Metodista en Méjico dirige una oración por Nancy, José y su hija Dina, después de que la bebé fuera bautizado en el albergue Hospitalidad y Solidaridad en Tapachula, Méjico.
Migrantes haitianos/as celebran la resurrección de Jesús el domingo de Pascua en la Séptima Iglesia Bautista en Tapachula, Méjico.
Migrantes haitianos/as cantan durante el culto en la Séptima Iglesia Bautista en Tapachula, Méjico.
El Rev. Joel Hortiales (al frente, a la izquierda) y el Obispo Felipe Ruiz Aguilar de la Iglesia Metodista de Méjico se unen a inmigrantes haitianos/as para celebrar la Pascua en la Séptima Iglesia Bautista en Tapachula, Méjico. Hortiales es un misionero metodista unido y se desempeña como director de ministerios hispanos/latinos y asuntos fronterizos de la Conferencia Anual California-Pacífico.
Una niña mira por encima del hombro de su madre mientras migrantes haitianos/as adoran en la Séptima Iglesia Bautista en Tapachula, Méjico.
Niños/as migrantes haitianos/as ingresan a su aula de escuela dominical en la Séptima Iglesia Bautista en Tapachula, Méjico.
Niños/as inmigrantes haitianos/as asisten a la escuela dominical en la Séptima Iglesia Bautista en Tapachula, Méjico.
Migrantes haitianos/as adoran el Domingo de Resurrección en la Segunda Iglesia del Nazareno en Tapachula, Méjico.
Olga Sánchez Martínez (centro, izquierda) visita con la Revda. Toña Rios (centro) y la Obispa Raquel Balbuena Osorio en el albergue para migrantes Jesús el Buen Pastor en Tapachula, Méjico. Sánchez Martínez es la fundadora y directora del centro.
Olga Sánchez Martínez (al frente) da un recorrido por el albergue de migrantes Jesús el Buen Pastor en Tapachula, Méjico al Rev. Joel Hortiales. Hortiales misionero metodista unido que se desempeña como director de ministerios hispanos/latinos y asuntos fronterizos de la Conferencia Anual California-Pacífico, formó parte de un grupo de líderes de la Iglesia Metodista de Méjico y La IMU que viajó al sur y centro de Méjico para obtener más información sobre los ministerios relacionados con la migración allí.
Niños/as juegan en el patio del albergue para migrantes Jesús el Buen Pastor en Tapachula, Méjico.
El Rev. Arturo González Sandoval acuna a Hayden, de 1 año, mientras el Obispo Felipe Ruiz Aguilar ora por el niño, su madre y un amigo en el albergue para migrantes Jesús el Buen Pastor en Tapachula, Méjico. Los tres huyeron de la violencia en Honduras. Sandoval es presidente de la Comisión Nacional de Asuntos Migratorios de la Iglesia Metodista de Méjico y Aguilar es obispo de la Conferencia Anual del Noroeste de la iglesia.
El Rev. Arturo González Sandoval escribe la información de contacto de los ministerios de la iglesia metodista en el norte de Méjico para dársela a migrantes de Honduras que acaban de cruzar al país desde Guatemala, después de que él y el Obispo Felipe Ruiz Aguilar (izquierda) oraron con ellos/as. Sonia (centro), Hayden su bebé de 1 año y la amiga de Sonia, Heidi, se hospedan en el albergue para migrantes Jesús el Buen Pastor en Tapachula, Méjico
Líderes de la Iglesia Metodista en Méjico oran con Olga Sánchez Martínez (centro), fundadora del albergue para migrantes Jesús el Buen Pastor en Tapachula, Méjico. La Obispa Raquel Balbuena (arrodillada) dirigió la oración. A ella se unieron (de izquierda a derecha) el Obispo Felipe Ruiz Aguilar y los reverendos Uzi Castañeda Morales e Isidro Martínez Cortés. A la derecha está el Rev. Arturo González Sandoval, presidente de la Comisión Nacional de Asuntos Migratorios, orando con dos miembros del personal del albergue.
Leticia, de Honduras y Felipé, de Haití limpian basura de las alcantarillas en Tapachula, Méjico. El gobierno municipal paga un pequeño estipendio a los/as migrantes por su trabajo.
Leticia migrante de Honduras, describe su experiencia al cruzar la frontera de Guatemala a Méjico. Ella participa en un programa patrocinado por el municipio de Tapachula, Méjico que les paga un estipendio a los/as migrantes por barrer las calles.
La Obispa Raquel Balbuena Osorio de la Iglesia Metodista de Méjico y el Rev. Joel Hortiales de la Conferencia Anual California-Pacífico de La IMU oran por Claudia Verenice Cruz Mérida, abogada y funcionaria de inmigración del municipio de Tapachula, Méjico luego de que ella describiera la abrumadora necesidades de los/as miles de migrantes que cruzan la frontera desde Guatemala hacia el norte.
Edson de 17 años, descansa en el albergue diocesano de Belén en Tapachula, Méjico, al otro lado de la frontera con Guatemala. Originario del Congo, Edson también ha vivido en Angola y Brasil, y espera llegar a los Estados Unidos.
Niños/as migrantes juegan en una casa del árbol en el albergue diocesano Belén en Tapachula, Méjico.
Familias descansan en el patio techado del albergue Diocesano Belén en Tapachula, Méjico.
Las familias se toman un momento para relajarse y descansar en el albergue diocesano de Belén para migrantes en Tapachula, Méjico, justo al otro lado de la frontera con Guatemala. El letrero en la pared dice: “Si tiene dolor de cabeza, fiebre o escalofríos, ¡esté alerta! Podría ser paludismo."
Mujeres migrantes de Honduras estudian detenidamente un mapa de Méjico mientras planifican su viaje al norte hacia los Estados Unidos. Están descansando brevemente en el albergue Diocesano Belén en Tapachula, Méjico después de haber llegado desde Guatemala.
José migrante de Argentina, se sienta con su perro en las vías del tren detrás del refugio Casa de la Sagrada Familia en Apizaco, Méjico, a unas 600 millas al noroeste de la frontera con Guatemala.
El refugio Casa de la Sagrada Familia en Apizaco, Méjico se encuentra directamente detrás de las vías del tren que utilizan los/as migrantes para viajar al norte hacia los Estados Unidos.
Rubén migrante de Honduras (izquierda), visita con el Rev. Arturo González Sandoval de la Iglesia Metodista de Méjico a lo largo de las vías del tren detrás del refugio Casa de la Sagrada Familia en Apizaco, Méjico.
Rubén migrante de Honduras, ve pasar un tren de carga en dirección sur detrás del refugio Casa de la Sagrada Familia en Apizaco, Méjico. Los/as migrantes dicen que las compañías ferroviarias han estado cambiando los horarios de los trenes hacia el norte en el último minuto en un esfuerzo por dificultar que la gente los aborde para continuar el viaje.
El saco de dormir de un/a migrante cuelga de la cerca afuera del refugio Casa de la Sagrada Familia en Apizaco, Méjico.
Virginia George-George le muestra al Rev. Arturo González Sandoval las vías del tren detrás de su casa en Tlaltelulco, Méjico, a unas 12 millas de Apizaco. Ella y su familia se encontraron con un ministerio inesperado en el cuidado de migrantes que viajaban en trenes de carga y se dirigían al norte hacia los Estados Unidos. Al fondo está su párroco, el Rev. Uzi Castañeda Morales.
El pastor David Castro Fernández expresa su gratitud por el ministerio inesperado que él y su familia desarrollaron al ayudar a migrantes hacia el norte que viajaban en trenes de carga que se detuvieron detrás de su casa en Tlaltelulco, Méjico y por la visita de líderes de la Iglesia Metodista de Méjico y La IMU que vinieron a escuchar su historia. A la izquierda, la Revda. Toña Ríos ora con la suegra de Fernández, Heruelinda George Sanchez, de 85 años, quien pasó muchos años ayudando a cuidar a los/as migrantes.
Salvador, un migrante de Colombia llega al albergue para migrantes Oasis en el Medio del Camino en Apaxco, Méjico, con todas sus pertenencias en un saco de dormir. El refugio, operado por la Iglesia Metodista de Méjico con el apoyo del Comité Metodista Unido de Ayuda, está a unas 90 millas al noroeste de Apizaco, Méjico.
El refugio para migrantes Oasis en el Medio del Camino en Apaxco, Méjico ofrece alimentos, instalaciones sanitarias y un lugar seguro para descansar a los/as migrantes en su camino hacia el norte a través de Méjico. El refugio, a unas 40 millas al norte de la Ciudad de Méjico, está al otro lado de la calle de una de las principales rutas ferroviarias del país, utilizada por muchos/as migrantes en su camino hacia el norte.
Santos, migrante de Honduras, se une a la oración con otros/as viajeros/as antes del desayuno en el refugio para migrantes Oasis en el Medio del Camino en Apaxco, Méjico. Este es un ministerio de la Iglesia Metodista en Méjico y el Comité Metodista Unido de Ayuda, la agencia de ayuda de La IMU de los Estados Unidos. Santos resultó herido recientemente cuando se cayó de “La Bestia”, un apodo que usan los/as migrantes para describir la red de trenes de carga que muchos/as usan para viajar hacia el norte a través de Méjico.
La Revda. Toña Ríos de la IMU Baldwin Park (California) visita a los/as migrantes mientras disfrutan del desayuno en el albergue para migrantes Oasis en el Medio del Camino en Apaxco, Méjico. Este es un ministerio de la Iglesia Metodista en Méjico y el Comité Metodista Unido de Ayuda. Ríos, quien alguna vez fue migrante, ofreció oraciones por el viaje y consejos sobre qué esperar.
El Rev. Joel Hortiales (centro) ora con los migrantes Darwin (izquierda) y Santiago mientras esperan que pase un tren hacia el sur detrás del refugio para migrantes Oasis en el Medio del Camino en Apaxco, Méjico. Hortiales, misionera metodista unida y directora de ministerios hispanos/latinos y asuntos fronterizos de la Conferencia Anual California-Pacífico de La IMU, formó parte de un equipo de investigación que visitó el refugio, operado por la Iglesia Metodista de Méjico con el apoyo del Comité Metodista Unido de Ayuda.
Migrantes ven pasar un tren de carga en dirección sur detrás del refugio para migrantes Oasis en el Medio del Camino en Apaxco, Méjico. El albergue que es operado por la Iglesia Metodista de Méjico con el apoyo del Comité Metodista Unido de Ayuda, ofrece comida, refugio y descanso a migrantes en su camino hacia el norte a través de Méjico.
El Obispo Felipe Ruiz Aguilar (izquierda) de la Iglesia Metodista en Méjico ora con migrantes en el refugio para migrantes Oasis en el Medio del Camino en Apaxco, Méjico.

* El Rev. Gustavo Vasquez es el Director de Noticias Metodistas Unidas para la audiencia hispano-latina. Puede contactarle al (615) 742-5155 o por el correo: gvasquez@umnews.org.

** Leonor Yanez es traductora independiente. Puede escribirle a IMU Hispana-Latina @umcom.org