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LA PELOTA SÍ SE MANCHA CRÍTICAS Y ALCANCES DE UN BALÓN DE FÚTBOL

El campeonato mundial de fútbol en Qatar ha finalizado. Y, como en cada ciclo de este evento, se hace evidente que, esta justa deportiva, es un fenómeno social y cultural, con numerosas connotaciones e implicaciones, que van más allá del juego en sí mismo. A lo largo de la historia, ha sido constante la crítica hacia el balompié, por temas como la enajenación, la corrupción o, en el caso de la justa mundialista, el impacto ambiental y comunitario que dicho evento tiene sobre las ciudades sede.

No obstante, muchos artistas, además de practicar fútbol, han retomado el tema como un pretexto plástico para plantear situaciones sociales, artísticas y deportivas.

Fotógrafo sin identificar, Equipo de fútbol WCRACH -también conocido como Pincel y Fibra- conformado por los artistas Arnaldo Coen, Juan y Fernando García Ponce, Francisco Corzas y Manuel Felguérez, entre otros, ca. 1966. Cortesía Galería Lourdes Sosa.

A través de esta pequeña selección de obras del acervo del MAM, que aluden al balompié, invitamos a repensar el deporte estadísticamente más popular del mundo.

Hacia el final de la 1era Guerra Mundial, en medio de un ambiente de incertidumbre y pesimismo, diversos artistas dejaron de lado las experimentaciones vanguardistas, en pos de una estética más humana, cercana a la experiencia de la gente que vivía los horrores de la guerra y que, al mismo tiempo, recuperara un sistema de figuración más clásico, asociado a la serenidad, la belleza y el orden.

En 1922, el pintor mexicano Ángel Zárraga quien había incursionado en movimientos como el modernismo español o el cubismo- decide optar por un tratamiento verista, en que los cuerpos representados se asocien con la belleza ideal y la perfección física, a través del tema del deporte.

Tras contraer neumonía producto de inviernos sin calefacción, Zárraga acude a estadios deportivos, en donde encuentra en el fútbol, un signo de alegría, salud y juventud; además, Zárraga fue asistido en su enfermedad, por su amiga rusa Jeannette Ivanof, una mujer dedicada al deporte, con quien contrajo matrimonio y a quien retrató como capitana del equipo vencedor del campeonato femenino de fútbol francés, Les Sportives de París, junto a sus compañeras de escuadra Henriette Compte y Thérise Renault.

Ángel Zárraga, Futbolistas, 1922, óleo sobre tela. Museo de Arte Moderno. INBAL/ Secretaría de Cultura.

Una de las consecuencias de la guerra, fue la masificación del futbol entre las mujeres, quienes además de ocupar los puestos laborales de los hombres, también se hicieron cargo de los torneos deportivos locales. No obstante, con el fin de la guerra, las asociaciones masculinas no reconocieron a las del futbol femenino, teniendo que esperar hasta los años 70, para que la FIFA permitiera el fútbol femenino en sus canchas oficiales, se constituyeran las primeras ligas profesionales y se llevara a cabo el primer mundial de futbol femenino.

Barcelona rompe récord mundial de asistencia de un partido de fútbol femenil en el Camp Nou, 22 de abril de de 2022.

Al día de hoy, el fútbol femenino cuenta cada vez con mayor popularidad, tal como lo demostró la semifinal de la Liga de Campeones del presente año, al convertirse en el encuentro con más espectadores de un partido de futbol entre mujeres, con un total de 91,648 aficionados que abarrotaron el mítico estadio Camp Nou de Barcelona; sin embargo, aún quedan muchos rubros en la equidad de género respecto a este deporte, como es la cuestión de la brecha de salarios entre hombres y mujeres, pero sobre todo, que el país que fue elegido como sede de la justa mundialista, Qatar, presenta graves retrasos en los derechos de las mujeres, así como el hecho de que estén criminalizadas las relaciones sexuales entre personas del mismo género.

Fanático saltó a un campo del Mundial Qatar 2022 con una bandera LGBTQ, 28 de noviembre de 2022.
Enrique Echeverría, Futbolistas, 1962, óleo sobre tela. Museo de Arte Moderno. INBAL/ Secretaría de Cultura.

La segunda mitad del siglo XX en México, en cuestiones artísticas, se caracteriza por la búsqueda de nuevas rutas más allá de las propuestas por el Muralismo Mexicano; tal es el caso de la generación del pintor Enrique Echeverría, quien hacia el final de los años 50, comenzó a dejar a un lado la figuración, para optar por una abstracción en que destacan grandes planos de color y texturas.

En 1962 para participar en la exposición Arte de América y España que se presentó en Madrid y Barcelona, Echeverría tomó como pretexto el mundial de fútbol que se celebrara el mismo año en Chile para realizar la obra titulada Los futbolistas.

A partir de una serie de empastes de diversas tonalidades, dispuestos a través del uso de espátulas, Echeverría construye un ambiente enrarecido en donde el cuerpo de dos jugadores –aparentemente un portero y un delantero en la disputa de un balón en el aire- se funde con el fondo del cuadro, al grado de que el tema se descompone, se descontextualiza y pasa a primer plano el espacio pictórico creado por Echeverría.

Enrique Echeverría, Futbolistas, 1962, óleo sobre tela. Museo de Arte Moderno. INBAL/ Secretaría de Cultura.

En una analogía similar a los sucesos de este mundial, lo sucedido en el campo de juego ha pasado a un segundo plano, cuando observamos el panorama general que rodea a la sede mundialista; además de los problemas de género, Qatar ha estado lleno de controversias por la acusación de sobornos para el apoyo de su candidatura, lo cual sin duda nos hace recordar el famoso caso de corrupción de la Federación Internacional de Fútbol Asociación (FIFA) en 2015, en donde directivos de diversas asociaciones internacionales de este deporte, fueron arrestados por actos de soborno, fraude y lavado de dinero.

El artista contemporáneo Gabriel Orozco realizó una serie de instalaciones y fotografías a partir de una serie de balones de fútbol ponchados. La idea surgió a partir del recuerdo de una mujer vecina de una escuela secundaria, quien agotada de devolver constantemente los balones que los jóvenes estudiantes “volaban” a su patio, decidió quedárselos, dejando cada uno en el lugar donde caían; así Orozco dispuso la creación de un espacio escultórico a partir de ruinas cotidianas, en donde la nostalgia por la cancha callejera, el tiempo “desinflado” y el objeto encontrado, dan pie a reflexionar como los objetos más comunes se recontextualizan, se transforman o se reinterpretan de las formas más azarosas posibles.

Un balón ponchado deja de ser el esférico privilegiado para jugar fútbol y pasa a convertirse en una cubeta, un caldo de cultivo, un deshecho o una huella de una memoria olvidada o quizá manchada.

Gabriel Orozco, Pelota ponchada 2, 1993, cibachrome vintage. Museo de Arte Moderno. INBAL/ Secretaría de Cultura..

En el año 2001, Diego Armando Maradona, considerado como uno de los mejores jugadores de la historia del fútbol, se despedía de las canchas de juego, ante las gradas llenas del estadio La Bombonera, sede del equipo Boca Juniors. Acompañado de otras grandes figuras de este deporte, Diego tomó el micrófono para agradecer su tiempo como futbolista, especialmente como futbolista de Boca y también, para pedir disculpas por su carrera enturbiada por sus adicciones, a través de una inolvidable frase:

“El fútbol es el deporte más lindo y más sano del mundo. Porque se equivoque uno, no tiene que pagar el fútbol. Yo me equivoqué y pagué, pero la pelota no se mancha”.

Diego Armando Maradona, 10 de noviembre de 2001. Estadio La Bombonera, Buenos Aires, Argentina

Actualmente el fútbol es el deporte más seguido en el globo terráqueo, y sin embargo, no podemos dejar de ver cuando la pelota se mancha, se poncha, por cuestiones ajenas al deporte, pero que al tiempo muestran los problemas políticos y económicos insertos en nuestras diversas organizaciones y eventos sociales.

A pesar de que los dirigentes qatarís lo han intentado ocultar, la elección de su país contrajo una serie de problemáticas, en que además de las antes mencionadas, es importante señalar el uso de mano obra migrante para la construcción de estadios, lo que derivó en el reporte de miles de casos de víctimas mortales, a causa de los bajos salarios, las condiciones extremas de trabajo y las acciones peligrosas a ejecutar.

El balón sin duda seguirá rodando en cuatro años más, pero no deberíamos olvidar las repercusiones que contrae jugar “el deporte más lindo del mundo”.

Los materiales utilizados en este video responden únicamente a propósitos educativos y académicos sin fines comerciales. El Museo de Arte Moderno realiza su divulgación con fines de acceso a la cultura y difusión de su acervo.

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