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Reporting About a Bilingual Community: Reflexiones de una Maestra Entusiasta Por Lourdes M. Cueva Chacón

En la foto (de izquierda a derecha): Fátima López López, Donovan Holland-Wasson, Ariadna Rodriguez, Liliana Murillo, Dra. Lourdes M. Cueva Chacón, Elena Terlikas, Samantha Festin, Alani Ayala, Carolina Herrera.

Creo fervientemente que una tarea primordial entre nosotros, los educadores en periodismo, es la de enseñar a nuestros estudiantes acerca de cómo acercarse a sus comunidades.

A menudo me he sentido frustrada, e incluso triste, cuando he descubierto que mis estudiantes enfrentan con apatía la tarea de encontrar historias entre y sobre sus comunidades, y también cuando se les hace muy difícil encontrar fuentes relevantes para esas historias.

A menudo también me he preguntado qué tanto más podría y debería hacer yo para fomentar interés y dedicación entre mis estudiantes.

Una de las cosas que he aprendido en estos años de enseñanza es que los estudiantes responden muy bien cuando hago de intermediaria entre las comunidades y ellos. Mi intermediación ayuda a romper el hielo pronto y a enfocar el reporteo.

Es por eso que cuándo descubrí lo que hace el Proyecto Sage, decidí que tenía que encontrar alguna forma de involucrar a mis estudiantes en sus colaboraciones con comunidades locales. Esa oportunidad se presentó la primavera pasada con un proyecto piloto de colaboración con la ciudad de El Centro, California.

La municipalidad y su equipo de trabajo, encargado de encontrar ayuda para sus residentes sin techo, buscaban apoyo de diferentes organizaciones para evaluar alternativas y soluciones.

Trabajar en una comunidad que está buscando activamente mejorar la calidad de vida de sus residentes es ideal para los periodistas. Así que no dudé en enlistar mi clase, “JMS 434 Writing for Spanish-language and Latinx Media”, y aprender sobre el contexto y las necesidades de los pobladores sin techo de El Centro.

El principal reto que tuvimos que enfrentar fue que la ciudad de El Centro está localizada a dos horas de nuestro campus universitario; por tanto, nuestras visitas serían limitadas, y fue una tarea delicada decidir qué y cómo llevar a cabo un proyecto apropiado.

¿Cuál fue el proyecto y cómo nos preparamos para la tarea?

El Centro es una comunidad hispana y bilingüe. Datos del censo de 2020 indican que el 87% de su población se identifica como hispana y el 75% dice hablar una segunda lengua en casa.

La ciudad está localizada a tan solo 16 kilómetros de la frontera con México. (Pueden leer más sobre la ciudad en el artículo que escribió Fátima López para nuestro proyecto.)

En resumen, El Centro es una ciudad perfecta para entrenar a estudiantes del Programa de Periodismo Bilingüe debido a sus características demográficas y geográficas.

Adicionalmente, a pesar de que el incremento de las poblaciones sin techo es un fenómeno nacional, el problema entre los hispanos está subrepresentado en las noticias. Un estudio de 2018 del Homelessness Research Institute encontró que 20 de cada 10,000 hispanos/latinos experimentaba la falta de vivienda, por encima de la población blanca (11 de cada 10,000), y, sin embargo, la magnitud del problema no tiene equivalencia en la cobertura noticiosa. (El ratio para la población afro-americana es la más alta: 54 de cada 10,000, y requiere mucha más atención en todos los aspectos.)

Estos datos me convencieron de participar en el proyecto. Sin embargo, no había cubierto este tema antes y era imprescindible dar a mis estudiantes un entrenamiento idóneo, puesto que el tema de la falta de vivienda está rodeado de muchos estereotipos y prejuicios.

Así fue como nos preparamos para la tarea:

Decidí tomar un enfoque de periodismo de soluciones

Supe de este concepto gracias a mi querido amigo y compañero de clase Kayser Lough, quien produce investigación académica sobre el tema. Los resultados hasta ahora indican que usar un enfoque de soluciones no solo es positivo para las audiencias —que se enganchan más y se quedan con un recuerdo positivo de las noticias—, sino también para los y las periodistas, que sienten que contribuyen más a la sociedad escribiendo este tipo de artículos.

Hace dos años participé en el primer seminario para profesores de Hispanic Serving Institutions organizado por Solutions Journalism Network (SJN). El entrenamiento me convenció de que era necesario difundir entre mis estudiantes este enfoque.

El problema era cuándo y cómo. El proyecto con El Centro reunía las características necesarias para este propósito, puesto que el tema de los sin techo no sólo es complicado sino que podría ser frustrante y hasta deprimente para mis estudiantes.

Así que les dicté una clase para que entendieran los preceptos más importantes —response, insight, evidence and limitations— y así pudieran después trabajar en una tarea usando artículos encontrados en la base de datos del Solutions Story Tracker, familiarizándose así con la aplicación de los preceptos.

Pedí la ayuda de reporteras expertas en el tema

Mis colegas en SDSU me pusieron en contacto con Lisa Halverstadt, reportera bilingüe experta en el tema de los sin techo que trabaja para la Voice of San Diego, un medio digital muy prestigioso en nuestra ciudad. Al inicio del semestre, Halverstadt nos dio cátedra sobre el tema, preparó una guía y compartió información de contacto de las organizaciones dedicadas a esta tarea en la ciudad. Y, por supuesto, se puso a disposición de mis estudiantes.

Solicité la ayuda del SJN cuyo programa, Journalist in the Classroom, ofrece acceso y apoyo de periodistas voluntarios que explican los conceptos del periodismo de soluciones, comparten sus experiencias y guían a los estudiantes.

SJN me puso en contacto con Emma Athena, periodista bilingüe editora senior de Boulder Weekly, quien ha cubierto el tema de los sin techo en Colorado usando el enfoque de soluciones y que incluso ha producido podcasts al respecto.

Hacia mediados del semestre, cuando mis estudiantes ya habían empezado con el reporteo, Athena conversó con ellas, compartió sus experiencias, explicó cómo producir periodismo de soluciones basado en datos sólidos y respondió a todas sus preguntas.

Además de aprender el oficio con la ayuda de Halverstadt y Athena, fue importante para mis alumnas ver a mujeres periodistas bilingües siendo exitosas y sintiéndose satisfechas con el trabajo que realizan.

Actué como profesora de la clase pero también como productora del proyecto periodístico

Mi experiencia como instructora de talleres de periodismo multimedia me ha enseñado que una buena producción detrás de las historias es clave para el éxito pedagógico, así que tomé la iniciativa de identificar las historias más importantes en las que mis estudiantes podrían trabajar. Ellas tuvieron la última palabra, decidiendo el enfoque de la historia o las fuentes a entrevistar, pero en general se mostraron conformes con mis propuestas.

También decidí que en este primer proyecto con El Centro solo tendríamos tiempo para entender el contexto del El Centro y su problema de falta de vivienda para sus residentes. Si se presentaba una segunda oportunidad, trataríamos de profundizar aún más en el tema.

Una vez identificadas las historias más accesibles para nuestra clase, coordiné entrevistas a través de Zoom con fuentes, a la vez que planeaba nuestra visita a El Centro. Así, mis estudiantes conversaron con el grupo de trabajo de la municipalidad de El Centro, con los directivos de los servicios para estudiantes de Imperial Valley College, con trabajadores del Emergency Crisis Response Team de nuestra universidad y con el decano interino del campus que nuestra universidad tiene en Calexico.

Las fotos muestran capturas de pantallas de las reuniones coordinadas por mi y las estudiantes.

Visitamos la ciudad para conocer de primera mano lo que ocurría en El Centro

El Proyecto Sage financió nuestra primera visita a El Centro. Cuatro, de un total de ocho estudiantes, pudieron visitar la ciudad conmigo junto a Jessica Barlow, directora de Sage y a Kristofer Patrón-Soberano, el administrador del programa.

Durante nuestra visita nos reunimos con todo el equipo de trabajo de la municipalidad, incluidos los oficiales de policía encargados de relaciones comunitarias y directamente involucrados en tratar con residentes sin techo.

Visitamos el proyecto de microcasas para estudiantes universitarios sin techo, Lotus Living Rise Above Resilient Community, construido a través de una colaboración entre la ciudad y el Imperial Valley College (aquí pueden leer la historia que Elena Terlikas y Carolina Herrera escribieron al respecto).

Y a través de las coordinaciones de las estudiantes, también entrevistamos a directores de organizaciones no gubernamentales orientadas a la mejora de las poblaciones vulnerables en El Centro. Entre ellas, Catholic Charities y WomenHeaven (aquí pueden leer la historia que Ariadna Rodriguez, Liliana Murillo and Donovan Holland-Wasson escribieron sobre los servicios ofrecidos en la ciudad). Finalmente, entrevistamos a jóvenes activistas fundadores de Calexico Needs Change, una organización de bases (grassroots) que ensaya soluciones a diferentes problemas de su comunidad (aquí pueden leer la historia que Fatima Festin y Alani Ayala escribieron sobre estos esfuerzos).

Barlow y Patrón-Soberano tuvieron la gran idea de llevar almuerzos que pudimos comer a la carrera, bajo un árbol, en un día en que la temperatura era muy alta pero sobre todo porque teníamos mucho que hacer y mucha gente que conocer.

Samantha Festin, una de las alumnas, y yo pudimos regresar a El Centro en una segunda oportunidad, y pasamos dos horas en un ride-along con la Policía de El Centro. En esta segunda visita, pudimos recorrer campamentos de personas sin techo y conversar con tres de ellos (aquí pueden leer la reflexión que Festin escribió sobre su experiencia).

Las fotos muestran las actividades que llevamos a cabo en nuestra visita a El Centro: reunión con autoridades de la municipalidad, reunión con líderes de Catholic Charities, visita a la comunidad de microcasas para estudiantes del community college y reunión con líderes de Calexico Needs Change.

Utilicé recursos tecnológicos a mi alcance para facilitar el trabajo en equipo

Puesto que sabía que no todas las estudiantes podrían participar de las visitas y las entrevistas, acordamos que todo el material recolectado por el equipo (grabaciones de entrevistas vía Zoom; videos, fotografías y entrevistas llevadas a cabo en El Centro; documentos y bases de datos encontrados durante el reporteo) podrían ser usados en todos los artículos dando el respectivo crédito a sus autores. Usamos Google Drive para tener acceso a todo este material.

A través de nuestro sistema de aprendizaje en línea (Canvas), utilicé la funcionalidad de colaboración integrada con Google Docs, de manera que podía editar los artículos conforme las estudiantes progresaban con su redacción.

Finalmente, cambié de salón de clases y nos mudamos a uno de los salones que ofrece nuestro Faculty Instructional Technology (FIT) Center, de manera que se facilitara el trabajo en equipo.

¿Qué nos faltó y qué logramos?

Definitivamente nos faltó tiempo y pericia para profundizar en el problema. A pesar de saber que este primer proyecto no nos permitiría hacer investigaciones a fondo, hubo momentos en que sentí que cometía uno de los pecados más grandes del periodismo: parachute journalism o periodismo paracaidista. Es el periodismo predador que llega a una comunidad a cubrir un evento negativo y no le interesa entender el contexto en que este se desenvuelve. Pero creo que, en la medida de nuestras posibilidades, hicimos el esfuerzo para que eso no ocurriera.

También me faltó tiempo para analizar más críticamente, y con base en investigación científica, los discursos que algunas de las autoridades y directivos, no solo de El Centro, utilizan para referirse a las personas aquejadas por el problema de falta de vivienda y dependencia de sustancias. En general, pareciera que no creen que existan muchas intervenciones sociales o clínicas que puedan aliviar el problema y me resisto a aceptarlo. Un segundo semestre trabajando en este proyecto, creo, nos daría la oportunidad de indagar más sobre este aspecto.

Dejo pues a los lectores el veredicto de lo que logramos. Pueden leer las cuatro historias multimedia que produjeron las estudiantes, y también la reflexión por parte de una de ellas en nuestra página web.

Yo estoy muy contenta con la experiencia y planeo continuar mis colaboraciones con el Proyecto Sage y también continuaré involucrando a estudiantes de mis clases y a todo aquel que desee participar.

¡Hasta el siguiente proyecto bilingüe multimedia!

Created By
Lourdes Miriam Cueva Chacon
Appreciate

Credits:

Ariadna Rodriguez, Lourdes Cueva Chacón, Samantha Festin, Fátima López, Kristofer Patrón Soberano, Jessica Barlow.